Los hábitos de consumo de la sociedad actual han cambiado en los últimos años, implantándose una tendencia a elegir aquellos productos que están disponibles de forma inmediata para el consumidor, tanto a la hora de adquirirlos como de consumirlos.

Miriam Gallur, Amparo Verdú, María José Jiménez y Ana María Tone - ITENE

 

En el ámbito de la alimentación, estas nuevas preferencias se han traducido en un incremento de los productos que apenas requieren manipulación de los mismos por parte del consumidor.

 

Estos son, por una parte, los productos de IV gama que se encuentran ya cortados y lavados para poder ser consumidos sin cocinar, y los de V gama caracterizados por estar listos para consumir con una mínima preparación o calentamiento previo. Estas nuevas preferencias se confirman con los datos de consumo, que en el caso de los productos IV gama presentaron en 2022 un crecimiento del 8,96 % con respecto al año anterior, según un estudio de la consultora internacional NielsenIQ (1). Por su parte, el consumo de platos V gama en los hogares españoles alcanzó las 682.656 toneladas en 2022, un 3,5% más que en el año anterior, según el último informe de la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (ASEFAPRE) (2).

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