El centro tecnológico trabaja en un equipo prototipo para la automatización del bioensayo, la lectura y la interpretación de resultados de forma temprana en el proyecto ECOSALIS, financiado por IVACE con fondos Feder, así como en un nuevo equipo de medida de Sílice Cristalina Respirable (SCR).

El centro tecnológico ITENE está trabajando en el desarrollo de herramientas analíticas que, mediante sistemas basados en biosensores, permitirán detectar bacterias patogénicas de E. coli, Salmonella spp., y Listeria monocytogenes en matrices alimentarias de forma automatizada y rápida, con una reducción de tiempos respecto a otros métodos convencionales.

 

Una de las líneas de investigación en ECOSALIS se centra en el uso de sustratos flexibles para la impresión y desarrollo de biosensores. Foto: ITENE.

 

Se trata de un sistema en el que trabaja el centro tecnológico ITENE en el proyecto ECOSALIS, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) con fondos Feder y ejecutado entre junio de 2023 y junio de 2024. A través de este proyecto se busca mejorar la seguridad de personas, procesos y productos y también se investigarán sistemas para caracterizar sílice cristalina en determinados espacios industriales.

 

El control sobre la presencia de patógenos en alimentos resulta esencial en el sector agroalimentario dado el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas que esto supone para la salud humana, además de su impacto económico. Aunque actualmente el sector dispone de técnicas analíticas fiables, es necesario esperar entre 24 y 48h en algunos casos, para obtener resultados y tomar decisiones frente a determinados escenarios. En este sentido, es notorio que la industria alimentaria requiere de ensayos más rápidos para poder establecer alertas tempranas frente a situaciones críticas y cortar la cadena de transmisión antes de que el producto contaminado llegue al consumidor.

 

Biosensores para la industria alimentaria

Para incrementar los controles sobre la seguridad dentro del sector alimentario sin aumentar costes, el jefe del proyecto ECOSALIS, Alejandro Hernández, ha explicado que “se desarrollarán y validarán herramientas analíticas rápidas, seguras y de bajo coste, capaces de suplir los requerimientos analíticos del sector e integrarse en el sistema de calidad de las empresas de forma sencilla”.

 

Para ello, se seleccionarán biorreceptores y se utilizarán sustratos flexibles y tintas aditivadas para la detección selectiva de los patógenos de interés y se trabajará en el formato de ensayo y su optimización. Posteriormente, se establecerán los criterios necesarios para diseñar y fabricar los cartuchos microfluídicos, pequeños laboratorios en miniatura que permitirán automatizar el proceso de análisis. 

 

Finalmente, se diseñará y desarrollará un equipo prototipo capaz de alojar los cartuchos microfluídicos y automatizar todo el proceso de medida, desde la detección, hasta la lectura e interpretación de los datos. De este modo, los desarrollos llevados a cabo por ITENE serán capaces de proporcionar respuestas fiables en menos de 6 horas.

El investigador ha destacado que “los resultados de esta línea de trabajo tendrán un impacto directo en el sector de la industria y seguridad alimentaria, ya que permitirán establecer alertas tempranas frente a situaciones críticas, acelerando de forma significativa la toma de decisiones”.

 

Monitorización de contaminantes químicos en el aire

Por otra parte, mediante ECOSALIS se buscará superar las barreras técnicas para el control de la monitorización y la identificación de los agentes químicos específicos por parte de la industria, así como su reproducibilidad en su implementación en los procesos industriales, dado su impacto en la salud de los trabajadores y la necesidad de cumplir con la legislación en medidas de seguridad laboral y salud, cada vez más restrictiva.

 

Para facilitar una gestión temprana y eficaz del impacto de la actividad industrial en la salud y el medio ambiente derivado de las emisiones de material particulado y agentes químicos, las investigaciones se centrarán en la monitorización de los agentes químicos en aire, así como la identificación de los agentes químicos relevantes, como la sílice cristalina, de manera online y continua.

En concreto, en el proyecto se desarrollará un prototipo para la detección de la presencia de sustancias clave en el material particulado.

 

El responsable del proyecto ha resaltado que “los resultados generados en esta línea de investigación impactarán de manera directa en multitud de sectores, como la industria de la cerámica, industrias extractivas de áridos, y en los procesos de los áridos, así como en el sector de construcción o trabajadores que trabajen con vidrio y revestimiento del asfalto de carreteras”.

 

En ECOSALIS se desarollarán herramientas de medición para determinados agentes químicos, como la sílice cristalina. Foto: ITENE.

 

Estas investigaciones se enmarcan en la línea de trabajo llevada a cabo por el centro tecnológico ITENE para dar respuesta a los retos del tejido industrial y la sociedad en materia de salud y seguridad de productos y procesos en distintos ámbitos. Para ello, desarrolla soluciones tecnológicas mediante la aplicación de biosensores de alta sensibilidad y especificidad para detectar patógenos y contaminantes.

 

El centro tecnológico ITENE ofrece a las empresas conocimiento y tecnología de vanguardia para construir un futuro más seguro y sostenible en cuatro grandes áreas: materiales sostenibles y tecnologías para la economía circular; diseño, seguridad y funcionalidad en envases y embalajes; exposición ante sustancias químicas y monitorización de la calidad del aire, y logística y movilidad inteligente. Gracias al alto grado de especialización de su equipo, compuesto por más de 180 personas, de las que más del 16% cuenta con un doctorado en su especialidad, ITENE desarrolla una intensa actividad investigadora a través de proyectos de I+D (375 realizados solo entre 2018 y 2021) y ofrece además servicios de consultoría e innovación (1.037 en ese mismo periodo), ensayos (2.357) y formación (con la realización de un máster especializado en envase y embalaje junto a IATA-CSIC, del que se está impartiendo la XV edición, y más de 65 eventos realizados solo en 2021 con la asistencia de 2.755 profesionales). Fundado en 1994, el centro tiene su sede en el Parque Tecnológico de Paterna (Valencia), donde actualmente cuenta con más de 3.000 metros cuadrados dedicados a laboratorios y plantas piloto. Junto con ello, ITENE está ampliando su actual sede en 1.100 metros cuadrados, que acogerán equipamientos para la demostración de tecnologías y showrooms, y ha adquirido una parcela situada frente a dicha sede donde se construirá un nuevo edificio de 1.928 metros cuadrados, que se destinarán a proyectos de preescalado industrial.

 

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