En el competitivo mundo del retail, captar la atención del cliente en el punto de venta puede ser la clave para aumentar las ventas y reforzar la identidad de marca. Aquí es donde entra en juego el PLV, una herramienta estratégica que, bien ejecutada, tiene el poder de transformar la experiencia del cliente. Aunque su ejecución se enfrenta a nuevos retos en la realidad omnicanal

El objetivo de la publicidad en el lugar de venta o PLV es clave para captar la atención de los clientes justo en el momento en que toman sus decisiones de compra. Es especialmente relevante en el retail, poseer una buena estrategia de PLV para que los productos se conviertan en la opción elegida por el cliente.

La correcta ejecución de un buen PLV puede marcar la diferencia; la publicidad en el punto de venta no solo se trata de colocar materiales llamativos, sino de saber dónde y cómo usarlos para que el cliente los perciba y los valore.

 

Cuando el consumidor entra, por ejemplo, en una tienda llena de marcas y productos, normalmente, aquellos que tienen un display atractivo, con mensajes claros y están situados en puntos estratégicos, son los más llaman su atención.

 

Esta es precisamente la esencia de la PLV, lograr captar la atención del cliente, que focalice su mirada en los productos, captando su interés y llevando a tomar una decisión de compra favorable. Además, a través del PLV los clientes que reciben impactos visuales positivos que ayudan al recuerdo de la marca, potenciando su imagen en la mente del consumidor y consolidando su presencia en tu punto de venta. Sin duda una buena exposición en el punto de venta incrementará sin duda las probabilidades de compra de los potenciales clientes.

 

Implementación de algunas estrategias de PLV

Existen muchas formas de implementar la publicidad PLV de manera efectiva. Sin embargo, algunas de las más destacadas son, por ejemplo, los llamados displays, diseñados para ser llamativos; ubicados de forma estratégica, son esenciales en cualquier estrategia de PLV. Por eso, colocarlos en puntos estratégicos de la tienda, como en la entrada, al final de los pasillos o cerca de la caja, incrementará su visibilidad. En este sentido, el diseño de los displays debe ser coherente con la identidad de la marca, a través de los colores, logotipos y mensajes que quieres que el cliente recuerde. Emplear, por ejemplo, expositores con diferentes alturas y formas puede ayudar a captar la atención visual. Así, un display vertical puede funcionar mejor en zonas de paso, mientras que uno horizontal en la zona de cajas invita a la compra impulsiva.

 

Otro elemento básico es la señalización y los mensajes que ayudan a guiar al cliente en el punto de venta debe ser clara y atractiva puesto que es una forma efectiva de llevar al cliente hasta tus productos.

Para lograrlo, los carteles y etiquetas son elementos ideales para comunicar beneficios específicos, como “Oferta especial” o “Novedad”, e incluso para resaltar aspectos del producto como “100% orgánico” o “Últimas unidades”.

 

Además, este tipo de comunicación no solo facilita el recorrido del cliente en la tienda, sino que también le aporta información valiosa para la toma de decisiones. Emplear colores llamativos y mensajes simples facilitan que el cliente pueda tomar decisiones.

 

Una de las herramientas en el punto de venta que pueden generar gran retorno e impacto son las zonas de experiencias interactivas donde el cliente puede probar el producto antes de su compra.

Las activaciones de marca en el punto de venta se han convertido en una tendencia en el marketing en el punto de venta. Este tipo de publicidad en el punto de venta es ideal para categorías como cosmética, alimentación o electrónica, donde la interacción directa aumenta las probabilidades de compra. La experiencia que significa que los clientes prueben el producto o interactúan con él, ayuda a que se sientan más seguros y aumenta la probabilidad de ser adquirido.

 

Otro elemento básico aunque más reciente en el retail es la publicidad digital en el punto de venta; y es que el PLV también sufre el proceso de digitalización. Desde pantallas interactivas, displays digitales hasta tablets en estanterías, entre otros muchos, los recursos digitales permiten mostrar información adicional sobre el producto, e incluso personalizar la experiencia de compra del cliente.

Los videos promocionales o tutoriales en pantallas, por ejemplo, llaman su atención y permiten captarlos de manera dinámica y atractiva. En este sentido, elementos como la realidad aumentada o los códigos QR permiten mostrar más información sobre el producto, y fomentan la omnicanalidad.

 

Por otra banda, para crear una estrategia efectiva de PLV es preciso tener en cuenta una serie de pasos, sin olvidar que la implementación de las estrategias de PLV efectivas requieren una estrategia y planificación, que ayuden a la optimización en cada paso.

 

Para desarrollar la estrategia de publicidad en el punto de venta, el primer paso es definir el objetivo, antes de diseñar cualquier material; es importante tener claro qué se busca lograr con el PLV: impulsar un producto específico, aumentar el ticket de venta, fidelizar al cliente con una experiencia…

Un hito relevante es seleccionar los productos adecuados; es importante ser consciente de que no todos los productos requieren de la misma exposición. Identificar aquellos con alto potencial de compra impulsiva o que necesiten refuerzo en su presentación, es fundamental para su elección.

 

La ubicación es una decisión importante. Ubicar estratégicamente el PLV en puntos de alta circulación es fundamental, ya que los estudios muestran que las zonas de entrada y salida, las zonas de cajas y los finales de pasillo son los puntos calientes para colocar PLV que sea realmente visible. Conocer los puntos calientes del punto de venta o identificar aquellos más “fríos” para lograr atracción son elementos a analizar.

 

Como en toda estrategia, es importante establecer criterios de evaluación y medición para comprobar la eficiencia de la estrategia. La publicidad en punto de venta no es estática y debe ser eficaz con los objetivos establecidos. Por esta razón, es importante medir siempre los resultados de cada acción, analizar si están cumpliendo su propósito y ajustar las acciones según las métricas de resultados.

 

Ángeles Montecelo