OPINIÓN
La industria 4.0 en el packaging: explorando las oportunidades
04/06/2025

“No se trata de tecnología. Se trata de transformación”. Así lo resume Henrik von Scheel, considerado uno de los arquitectos del concepto “Industria 4.0”, y es probablemente en esta frase donde muchas empresas del sector del packaging todavía encuentran su freno.
Vamos a explicarnos: si bien la digitalización, la automatización y el uso intensivo de datos son conceptos asentados en los discursos industriales, su implementación real en buena parte de las pymes españolas, también en las implicadas en la cadena de producción packaging, sigue siendo desigual. La industria 4.0 no es un simple catálogo de soluciones tecnológicas; es una forma radical de entender los procesos productivos, la gestión del talento y la respuesta al mercado. Y en ese sentido, seguimos más cerca de la exploración que de la consolidación.
Entonces, ¿dónde estamos realmente? España se encuentra en la cuarta posición de Europa en instalación de robots industriales, según la Federación Internacional de Robótica (IFR), lo que indica una base sólida. Sectores como automoción, alimentación y farma han sido motores de esta evolución, pero cuando se desciende al tejido industrial más vinculado al packaging -donde predominan empresas medianas, a menudo familiares- se detectan ritmos y niveles de madurez muy dispares.
El concepto de fábrica inteligente implica no solo sensorización o control de calidad automatizado, sino una interoperabilidad completa entre sistemas, análisis de datos en tiempo real, integración de gemelos digitales, mantenimiento predictivo... Pero implementar esto exige inversión sostenida, adaptar el trabajo de las personas a las nuevas tecnologías y, sobre todo, visión a medio plazo. ¿Cuántas empresas del sector están preparadas para asumir ese salto?
En muchos casos, la resistencia no es tecnológica, sino cultural. Existe aún cierta reticencia a ceder control a los sistemas automatizados, a confiar la toma de decisiones operativas a algoritmos o a apostar por plataformas conectadas que rompen con el modelo lineal tradicional. El clásico miedo al cambio. La pregunta no es si hay que automatizar, sino cómo hacerlo de forma inteligente, escalable y alineada con las capacidades de cada organización.
Ahora bien, cuando se da el paso, los beneficios se acumulan: reducción de mermas, mejora de la trazabilidad, mayor flexibilidad productiva, personalización masiva y mejor aprovechamiento energético. Más sostenibilidad. La digitalización del packaging, además, permite una relación más rica entre producto y consumidor final, a través de códigos interactivos, sensores o conectividad NFC.
¿Qué falta entonces? Tal vez más espacios de diálogo entre fabricantes de maquinaria, proveedores de software, impresores, convertidores y marcas. Aún falta tejer una red más consistente entre oferta tecnológica y necesidad empresarial, sobre todo fuera de los grandes polos industriales.
Tal como lo vemos en InfoPack, la buena noticia es que el talento y la tecnología existen. El reto es alinearlos con una estrategia realista, donde el dato y la automatización no sean un fin, sino una herramienta; una herramienta que va a ser clave para seguir en el campo de juego y asegurar la viabilidad futura. En este contexto, les invitamos a acceder a otra de nuestras últimas publicaciones, Smart Factory Magazine, revista digital de nuestro grupo editorial para la “fabricación inteligente y futuro digital”, tal como describe el titulo de su cabecera (www.smartfactorymagazine.es). Es nuestro medio de comunicación de la Industria 4.0 y tiene como objetivo buscar sinergias para unir empresas tecnológicas que aporten soluciones innovadoras con empresas en proceso de transformación digital.
