OPINIÓN


Menor volumen y mayor reutilización, retos de los embalajes en el nuevo paradigma legislativo

08/11/2024

CATEGORíA: JAVIER ZABALETA, director gerente de Itene


El nuevo paradigma legislativo abre nuevos retos para los envases secundarios y terciarios, denominados habitualmente embalajes, que deben cumplir con objetivos establecidos para impulsar la sostenibilidad que pasan por reducir el espacio vacío en los mismos y posibilitar su reutilización.


Al margen de los requisitos establecidos para los envases primarios, el futuro Reglamento europeo de Envases y Residuos de Envases, cuya aprobación definitiva se prevé para este otoño, limitará al 40% la ratio de espacio vacío en los envases colectivos (secundarios), envases de transporte (terciarios) o de productos adquiridos online. Además, establecerá objetivos para que en 2030 al menos el 10% de los embalajes secundarios y terciarios sean reutilizables dentro de un sistema de reutilización, un porcentaje que deberá alcanzar el 50% en 2040.

 

Para cumplir con estos requisitos legislativos, las empresas se enfrentan al reto que supone sustituir los materiales convencionales por otros más sostenibles garantizando las mismas especificaciones técnicas en cuanto a la protección del producto. Además, para viabilizar la reutilización, deben adoptar nuevas soluciones para evitar incurrir en costes de la recuperación de los envases y embalajes empleados en rutas de larga distancia y para prevenir emisiones adicionales derivadas de la logística inversa. Por ello, se hace necesario disponer de envases que puedan repararse fácilmente si sufren daños durante la etapa de distribución, pero que también puedan desmontarse para facilitar la logística inversa y, con ello, su recuperación y reutilización.

 

Para ayudar a las empresas a adaptarse a este nuevo paradigma es clave la metodología del ecodiseño, que implica diseñar un embalaje para que sea sostenible manteniendo sus prestaciones técnicas, como un nivel de resistencia que garantice la protección del producto durante el transporte. Así, a través del ecodiseño, se pueden incorporar materiales sostenibles o garantizar su reciclabilidad y/o reutilización, facilitando su reparación y desmontaje de cara a la logística inversa, mientras se mantienen prestaciones similares a las de los convencionales.

 

En el desarrollo de envases secundarios y terciarios sostenibles también cobra importancia la etapa de validación. Esta resulta clave para determinar las modificaciones o refuerzos necesarios para garantizar la protección del producto durante la etapa de la distribución.

 

De este modo, la integración del ecodiseño y la validación permite a las empresas alinearse con la normativa, pero también diferenciarse en un mercado cada vez más concienciado con la sostenibilidad. Esta es una misión clave de ITENE, que ayuda a las empresas a adaptarse al paradigma legislativo desde el diseño y a través de un centro de simulación del transporte en el que recrea las condiciones reales de la distribución para adecuar el envase a los requerimientos y riesgos de cada ruta.

 

 

Javier Zabaleta

Director gerente de Itene

 

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